Suceso Inexplicable nº1 - Llamadas

Antes de empezar con el relato considero importante dejar claras dos cosas. La primera es que no me sucedió a mí, sino a mi madre, quien detesta hablar de estas cosas, de modo que no extrañe a nadie que los detalles no sean precisamente abundantes. La segunda es que, aunque ella sí lo crea, lo que voy a contar no es para mí algo sobrenatural, simplemente algo cuya explicación desconozco. Tampoco es nada realmente impresionante, así que nadie espere una historia llena de apariciones monstruosas, efectos especiales, lucecitas de colores y otras parafernalias dignas de las películas de terror. Aún así, fue algo que hizo que mi madre lo pasara muy mal, de modo que al menos os pediría algo de respeto por eso.

Terminado el pequeño prólogo, demos paso a… otro prólogo. Simplemente querría situar un poco la “historia” con algunas notas genealógicas, para asegurar que no haya ninguna confusión: Tenemos primero a mi abuelo y mi abuela que se casaron y tuvieron 6 hijos, mi madre entre ellos. Mi madre se casó con un hombre y en 1975 nació mi hermano mayor. Pocos años después mi madre y su marido se divorciaron. Tras un tiempo murió mi abuelo y unos años más tarde murió el padre de mi hermano. Luego mi madre se casó con otro hombre y en el 91 nació un servidor.
Realmente podría haberme ahorrado todo eso diciendo que mi hermano y yo somos de padres distintos, que era lo único que podría crear algún tipo de problema…

Y ahora sí, el relato.

Sucedió todo cuando murió mi abuelo, algunas semanas después. Mi madre ya se había divorciado y vivía con mi hermano en un pisito de Sant Cugat, una ciudad pequeña al lado de Barcelona. Todo iba bien (tan bien como pueden a uno irle las cosas cuando ha muerto su padre/abuelo) hasta que una noche, de madrugada, sonó el teléfono. Sólo había uno en la casa, así que mi madre tuvo que salir de su cuarto e ir hasta el salón a contestar a la llamada. Cabe destacar que es bastante miedosa (y era muy joven, pues tuvo a mi hermano a los 19 años) así que podéis imaginaros cómo se sentía cruzando el pasillo en medio de la noche, sin encender luces para no molestar a mi hermano, supongo. Y aún menos que el paseíto nocturno le gustó el hecho que al descolgar el teléfono nadie respondió, habían colgado. Se volvió a la cama.

La escena se repitió, no a diario pero si con desagradable frecuencia, durante algunas semanas. Siempre más o menos a la misma hora, y cada vez que mi madre se ponía el auricular del teléfono en el oído la otra persona colgaba.

El dedo acusador de mi madre señaló con razonada rapidez a su ex marido, pues su ruptura, al parecer, no había sido para nada amistosa. Él, por supuesto, negó ser el culpable.
Las llamadas siguieron. Imagino que mi madre siguió con sus pesquisas para averiguar quién era el responsable, pero no averiguó nada. Mi tía, que está metida en el mundo del tarot, el esoterismo y esas cosas, le dijo a mi madre que hablara con una conocida suya, otra tarotista. Obviamente la reciente muerte del padre de mi madre no pasó desapercibida, así que fue otra posibilidad que contemplaron tanto ellas como la tarotista. Ésta, que se hacía llamar “Estrella” (mi madre lo menciona con evidente desagrado) concluyó que quién llamaba era alguien que quería hacer daño a mi madre. Incluso ella dudaba de la veracidad de lo que “Estrella” decía, pero eso no evitó que sintiera más miedo.

Las llamadas siguieron, aunque mi madre se aventura a decir, no muy convencida, que con menos frecuencia, y ella dejó de responder. Cuando oía sonar el teléfono, trataba de no salir de la cama y seguir durmiendo.
Harta ya, una noche respondió. Cuando preguntó “¿Quién es?” una voz respondió “Soy yo”. Luego colgó. Mi madre reconoció al instante la voz. Dice que era la de mi abuelo, su padre. Al parecer al hombre no le gustaba hablar por teléfono (algo que he heredado yo) así que cuando llamaba nunca sonaba demasiado simpático, ella dice que su tono más bien denotaba enfado. Cuando me lo contó insistió mucho en eso, y trató de imitar el tono varias veces para que yo me hiciera a la idea de cómo había sido. Yo no conocí a mi abuelo, así que nunca pude oír su voz, pero al parecer era autoritaria y grave. Fuera como fuera, mi madre está segura de que fue la voz de mi abuelo que la salió del auricular del teléfono. Y aún más asustada, cogió a mi hermano y se fueron a vivir a casa de mi abuela, que vivía cerca.

Un par de meses estuvieron viviendo con mi abuela viuda, no sé si mi madre se lo contó a ella. Luego volvieron a su piso. Lo del teléfono no se volvió a repetir.

Años después nací yo en ese mismo piso.

Y eso es todo, me temo… Como ya he dicho no considero que se trate de algo sobrenatural, aunque mi madre esté segura de que era la voz de su padre, pero como yo no consigo encontrar una explicación. Lo que más me hace dudar es que mi hermano no parece recordar nada de todo eso, un que podría deberse a su temprana edad. Publicando esto aquí espero poder leer alguna opinión que despeje las dudas. Gracias por leer

mm pensaba que iba a estar mejor

crei q hiba a ser mejor pero = estubo buena la historia

Esta chida la historia y pues tiene interrogantes que te dejan algunas cosas a pensar y que pues d verdad te hacen cuestionarte si existen estas cosas o no

SALUDOS